jueves, 11 de noviembre de 2010

Secuestrados por la adicción al tabaco

El tabaco es una de las drogas con mayor proporción de adictos. Cinco de cada diez personas que comienzan a fumar, quedan enganchadas y con serias dificultades para librarse de la adicción prolongando el hábito a lo largo de sus vidas con penosas secuelas para la salud. La nicotina tiene un poder de dependencia similar al de la heroína y la cocaína. El tabaco y la heroína figuran con un mismo porcentaje de recaídas en los adictos que intentan librarse del consumo.

La epidemia de tabaquismo ataca desde la adolescencia e incluso la infancia. La desalentadora imagen de un adolescente fumando cigarrillos atiza el más duro golpe cuando observamos las cifras arrojadas por la Organización Panamericana de la Salud. Ellas reflejan cómo en los últimos años, a pesar de que en Venezuela, dentro de la población adulta se observa un comportamiento decreciente en el consumo de tabaco, en la franja etaria de 13 a 18 años, el número de fumadores se está duplicando cada año.

Las causas de este contraste en el comportamiento de consumo son atribuidas, en parte, a que los programas de prevención están dirigidos a la población de adultos y los más jóvenes quedan desatendidos. Simultáneamente, las estrategias de mercadeo y campañas de publicidad de las empresas de cigarrillos van dirigidas principalmente a los jóvenes, quienes constituyen un blanco fácil debido a que se encuentran en una edad más vulnerable para iniciar el consumo y consolidar el hábito de fumar.

Otra de las razones para que disminuya el consumo en la población adulta, a diferencia del incremento en los jóvenes, estriba en que los adultos que han sido fumadores por varios años, comienzan a experimentar secuelas importantes en su salud y calidad de vida, viéndose obligados, en muchos casos, a cesar de fumar cuando el daño ya está hecho.


El cigarrillo: todo un proceso de ingenieria

El cigarrillo es algo más que una hoja de papel blanco envolviendo unos gramos de tabaco con un filtro adosado a un extremo. Es todo un proceso de ingeniería pensado con el fin de crear adicción, en aras de satisfacer una poderosa industria que se beneficia de sus ventas. Según la doctora Natacha Herrera, Consultora del Programa de Prevención de Tabaquismo en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las evidencias arrojadas en diferentes investigaciones sobre los componentes del tabaco, demuestran que existe una importante cantidad de químicos en el cigarro, así como intervenciones transgénicas en el cultivo del tabaco, que persiguen aumentar la nicotina para lograr que ésta sea mucho más biodisponible, es decir, que llegue en mayores cantidades al cerebro del consumidor y así generar más dependencia, lo cual se traduce en mayores ventas de esta droga legal y más perjuicio para la salud de los fumadores activos y fumadores pasivos (aquéllos que respiran el humo ambiental del tabaco), así como deterioro del ambiente.

¿Por qué es bueno dejar de fumar?

La adicción a la nicotina es sólo el comienzo de una cadena de efectos del consumo de tabaco sobre la salud, que luego continúa con una serie de enfermedades. He aquí  alguno de los efectos más importantes:


Efectos a mediano o largo plazo: El alquitrán contenido en el cigarrillo es un agente comprobadamente cancerígeno del pulmón, y causa efectos severos sobre el aparato respiratorio, bronquitis crónica, enfisemas, además de asociarse con otros tipos de cáncer, como el de vejiga, riñones, laringe, páncreas y estómago. También tiene incidencias sobre enfermedades del sistema circulatorio que causan ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades en venas y arterias.

Efectos a corto plazo: El consumo del cigarrillo está asociado con aceleración del proceso de envejecimiento de la piel, daños inmediatos en el sistema circulatorio que causan impotencia, pérdida de la capacidad respiratoria inmediata por inflamación del pulmón, pérdida del deseo sexual, entorpecimiento de los procesos de cicatrización y soldadura de huesos, incrementos de problemas de salud dental como caries, dientes manchados, mal aliento, etc.

• Efectos en madres fumadoras pasivas o activas: El fumar, o respirar el humo ambiental del tabaco durante el embarazo, puede causar abortos, muerte súbita del recién nacido o bebés con bajo peso.

Efectos en el medio ambiente: Los no fumadores pueden absorber de un ambiente contaminado con humo de tabaco ajeno, el equivalente a diez cigarrillos en una jornada.

Datos significativos

En los esfuerzos de producción de evidencias para impulsar decisiones de políticas públicas que erradiquen el consumo del tabaco en Venezuela, la
Organización Panamericana de la Salud demuestra que, sin contar al sector privado, la mitad del gasto público en salud de nuestro país se invierte en atención a problemas causados por el tabaco. Lo que se recibe en impuestos por cigarrillos no compensa los gastos de salud generados por su consumo. “La proporción es de uno a tres”, describe la doctora Natacha Herrera. “Por cada mil millones que entran por concepto de impuestos de cigarrillos, tres mil millones debe invertir el Estado venezolano para tratamientos a problemas de salud pública directamente relacionados con el tabaco”, indica la Consultora de la Organización Panamericana de la Salud. Por otra parte, en la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes (EMTJ) realizada sobre una muestra representativa de estudiantes entre 13 y 15 años de edad, durante los años 1999 al 2004, en América Latina, y específicamente en Venezuela, se destaca lo siguiente:

• Aproximadamente un tercio de los estudiantes fuma cigarrillo en los lugares donde se aplicó la encuesta

• No hay diferencia en la prevalencia de uso de cigarrillo entre hombres y mujeres

• Más de la mitad de los estudiantes están expuestos al humo del tabaco ajeno en lugares públicos

EL FUTURO DEL PLANETA
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